Psicosomática
Toda enfermedad tiene un componente psíquico. Sabemos que si tenemos las defensas bajas, somos más propensos a coger algunas enfermedades. Si hay una depresión, se produce correlativamente una inmunodepresión, por lo tanto, nuestras defensas bajan.
Poco a poco, la medicina va aceptando la enorme importancia del factor psicológico a la hora de tratar las todas las enfermedades. Está esta ciencia, con sus grandes avances de innovación tecnológica, pero está también la parte anímica, lo psíquico, que incide notablemente en la dirección que tomen los resultados. Cualquier enfermedad debería contar con apoyo psicológico. Desde las que tienen peor pronóstico a las que son crónicas o cursan con brotes, o incluso las leves.
Estar en buenas condiciones psicológicas, junto a la práctica de algún deporte y una nutrición saludable es también, una buena manera de prevenir enfermedades.
- Hipertensión, taquicardias
- Náuseas, mareos y vértigos
- Dolor de cabeza, cefaleas migrañosas y/o tensionales
- Dolores de estómago y trastornos estomacales
- Asma
- Alergias
- Fibromialgia
- Síndrome de fatiga crónica
- Dolor tensional y muscular
- Tics, temblores
- Lumbalgias, contracturas, tensión muscular
- Colitis ulcerosa, enfermedad de Chron, colon irritable
- Psoriasis, enfermedades de la piel
- Enfermedades autoinmunes (lupus, artritis reumatoide)
- Apoyo psicológico en enfermedades crónicas
- Cáncer, Sida: apoyo a pacientes y familiares
Si padeces alguna de estas enfermedades, te aconsejamos acudir a un tratamiento psicoanalítico, además del tratamiento médico que lleves.